Internet de las cosas es el entorno
resultante de la interconexión de todo con todo vía internet. Un escalón tecnológico añadido capaz de relacionar no solo a
personas con personas, o a personas con objetos, máquinas o dispositivos, sino
también capaz de establecer redes entre estos objetos con otros objetos (M2M, machine
to machine).
Se trata
de un cambio de paradigma sin precedentes en la historia de la humanidad por
varias razones:
- 1. Nuestra relación con el entorno cambia de manera radical, en una ecología tecnológica capaz de adaptarse, actuar e incluso anticiparse a nuestras necesidades (casas y ciudades inteligentes, que nos acercarán a un teórico ‘mundo inteligente’).
- 2. Este ‘mundo inteligente’ tendrá un impacto revolucionario en nuestra economía (entendida como la administración de nuestros recursos) en términos de mayor utilidad, productividad, eficiencia y sosteniblidad.
- 3. Nuestro ámbito comunicativo se amplía hasta casi el infinito: seremos capaces de establecer diálogo online con todo aquello que nos rodea; no solamente con las personas o corporaciones, también con cualquier producto de consumo, la ropa, los medios de transporte, nuestra propia casa… y los objetos se comunicarán con nosotros y entre ellos, en un flujo de información constante y lleno de valor.
- 4. No sólo habremos traspasado las barreras de espacio / tiempo (en cualquier lugar, en cualquier momento); se habrá conseguido una verdadera ubicuidad.
Todo esto,
que parece pura ciencia ficción, ya se está dando en nuestra vida cotidiana. El
ejemplo que tenemos más a mano son los smartphones, que nos permiten cada
vez más infinidad de interacciones gracias a sus aplicaciones y a su conexión a
la red, en ese entorno del todo
conectado: contar nuestras pulsaciones y
registrarlas en una base de datos, geolocalizarnos, activar la alarma de
nuestra casa, reservar una habitación de hotel, pagar la compra en el
supermercado o saber de astrología con sólo enfocar la pantalla al cielo
estrellado.
¿Imagináis
un vehículo que nos conduzca solo a los sitios? O poder bajar las persianas de
vuestra casa en vacaciones desde la otra punta del mundo… Podéis creer que un
día nuestros geranios nos mandarán un tweet reclamando agua, y nosotros seremos
capaces de responder con otro para activar el sistema de riego? Lo que hoy
conocemos como redes sociales se convertirán en ‘redes totales’, en plataformas
de interacción global con el mundo inteligente. De hecho, ya existen aplicaciones que permiten apagar nuestro ordenador via twitter…
Los
handicaps de todo esto: primero y evidente, la dependencia continua de conexión
a la red; segundo, el altísimo volumen de datos e información que genera este
sistema. Habrá que ver quién, cómo y de qué manera ordena, conduce y gestiona
todo este poder.
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